Por: Candidatos a la Compañía de Jesús
Desde que inició esta pandemia, los candidatos a la Compañía de Jesús nos preguntamos sobre cómo poder seguir viviendo la oración de forma comunitaria, pero sobre todo sin perder el hábito de reunirnos juntos y orar a nuestra madre la Virgen María.
Es así que, desde el primer semestre de 2020, surge una propuesta de oración mariana de parte de los candidatos a la compañía, la cual prevalece hoy como un medio para seguir orando por la paz y reconciliación en el mundo, por el cuidado de la casa común, pero sobre todo por las vocaciones a la vida religiosa y por nuestra propia vocación.
Este formato de oración tiene la estructura de un rosario tradicional; está compuesto por misterios y jaculatorias que suscitan la reflexión e invocan la presencia de nuestra virgen María como intercesora ante la Santísima Trinidad.
A continuación, compartimos el tema y el modo de vivir este momento mariano propuestos por los candidatos a la Compañía. El tema de esta oración es: Apostarle a un futuro, reconociendo y aceptando nuestra historia de vida. En el archivo adjunto podrás tener acceso al modelo de oración.
Para iniciar este momento te recomendamos buscar un lugar cómodo, tener un signo que te conecte con tu experiencia de fe (una vela, una imagen, música, etc.) y tener a la mano una foto de cuando eras pequeño. Se inicia con la señal de cruz y de forma pausada vas tomando conciencia de tu respiración y del encuentro que vas a vivir junto con María. En un primer momento vas a contemplar la foto de cuando era pequeño y como dice san Ignacio de Loyola, te vas a permitir “Sentir y gustar” el trasegar del tiempo hasta el día de hoy.
Después vas a contemplar el primer misterio titulado: Nuestra familia como signo de la presencia de Dios; lee pausadamente el texto bíblico recomendado, y finalmente responde a la jaculatoria del siguiente modo: si estas con otras personas, lee la primera parte: María madre de Jesús, y quienes estén contigo responderán: Ayúdanos a reconocer la presencia de Jesús en mi historia familiar; si estas solo puedes leer de forma completa la jaculatoria como si fuera un Ave María. Esto lo debes hacer por 10 veces y al finalizar la decena, concluye el misterio diciendo: Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo... Así te proponemos orar cada uno de los cinco misterios propuestos.
Entre el segundo y el tercer misterio, te proponemos una breve lectura de la Encíclica Fratelli tutti, la cual creemos que te puede ayudar a preguntarte sobre cuál es ese llamado que Dios te está haciendo hoy. Ojalá te animes a responder a la voz de Dios, ten presente que el llamado es personal pues Dios te conoce mucho antes de que tu a le vieras por primera vez.
Finalizamos esta oración rezando un Dios te Salve María y agradeciendo desde lo profundo de nuestro corazón este encuentro y, como buenos invitados, damos las gracias por la compañía recibida y decimos Padre Nuestro que estas en el cielo… y concluimos con la señal de la cruz.
San Ignacio de Loyola decía: “El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma”. Por esta razón te recomendamos examinar el encuentro que acabas de vivir, preguntándote: qué me favoreció en este encuentro para encontrarme con María, qué pudo ser un agente distractor me saco por momentos del espacio de oración y, por último, qué puedo hacer el día de mañana para que mi encuentro sea más propicio. Gracias por leer hasta aquí y esperamos te ayude este momento oración.